traducciones juradas

Traducciones de holandés para marketing y comunicación

Ofrecemos a los departamentos de marketing un servicio rápido de traducciones holandés-español y español-holandés. Gestionamos traducciones creativas de calidad en lengua neerlandesa en plazos muy ajustados.

Claves para contratar un servicio de traducción holandés<>español 

Las agencias de publicidad y comunicación tienen necesidades muy concretas cuando solicitan traducciones desde el holandés o hacia el holandés. Ya sean comunicados de prensa o textos publicitarios, este tipo de traducción no solo requiere de conocimientos lingüísticos, sino también conocer el trasfondo cultural de cada país o región (Bélgica, Holanda, en este caso) que esconden las palabras.

Una buena traducción publicitaria es clave para ampliar tu clientela de habla neerlandesa. Solo hay que tener en cuenta algunos consejos.

Recuerda estos consejos cuando tengas que traducir contenidos de marketing:

Conoce a tu público

Antes de empezar a traducir, decide a qué público dirigirás tu mensaje. ¿Quién crees que será más receptivo a tu servicio o producto?

Selecciona y concreta quién será tu público objetivo. En este caso, si vas a traducir al holandés, piensa en qué mercados quieres introducirte. ¿Solo en Bélgica, Holanda? ¿O en cualquier territorio con comunidades de habla neerlandesa sin importar la región o país? Considera las connotaciones dialectales de cada variante del holandés y cómo esto puede repercutir en el receptor del mensaje.

Ten en cuenta también la edad del público, ya que esto influirá en cómo traduces. Cuanto más estreches el cerco apuntando directamente a un nicho de mercado, mayores posibilidades tendrás de que tu traducción holandés<>español atraiga a posibles compradores.

Considera todo tipo de publicaciones

Existen muchas maneras de entrar en mercados de habla neerlandesa. Amplía el tipo de contenidos publicitarios e informativos para cubrir todos los canales de tu empresa.

Los comunicados en prensa y el material publicitario impreso son un clásico, pero traducir el contenido de tu página web al holandés, para publicar artículos sobre productos o servicios, puede ser una buena manera de llegar a miles de lectores de Bélgica, Holanda.

Una opción es abrir un perfil en una red social como Twitter o Instagram, y dirigirte especialmente a clientes holandeses. O bien lanzar una campaña de marketing de e-mail. Recuerda introducir siempre estos nuevos formatos de comunicación en tus planes de traducción español<>holandés.

Traduce y localiza (o sea, adapta)

En el mundo del marketing, entendemos por localización la adaptación de todos los elementos (desde el diseño hasta las referencias culturales) para un determinado público. Un pequeño cambio en un tipo de público incrementará el porcentaje de respuesta y el número de ventas.

Incluso si dos grupos hablan el mismo idioma, en este caso holandés, es posible que necesitemos diferentes traducciones para cada región o país (Bélgica, Holanda).

Una buena localización en holandés nos ayuda a resolver estos problemas: desde palabras de uso cotidiano hasta el formato de las fechas, las unidades de pesos y medidas o las fórmulas de cortesía empleadas en Bélgica, Holanda.

Piensa en todas las piezas del conjunto

En una traducción publicitaria de holandés no todo es texto. Recuerda que también hay gráficos, presentaciones y dibujos que pueden ser importantes para llamar la atención de tus usuarios holandeses.

Estos cambios no sólo afectan al contenido, sino que a veces son necesarios para la legibilidad de la traducción. A veces tendremos que hacer cambios para adaptarnos a la dirección de lectura de un idioma (de izquierda a derecha o de derecha a izquierda), el espacio que ocupa un determinado alfabeto o cualquier particularidad específica de idiomas como el holandés.

Ten siempre en cuenta que el espacio que ocupa una traducción puede aumentar o disminuir respecto al texto original cuando se traduce de español a holandés o viceversa.

No limites tu imaginación

A la hora de buscar traducciones de holandés para contenidos publicitarios, es posible que tu idea inicial en español no funcione cuando se traduzca a la lengua neerlandesa.

Es importante mantener una coherencia durante toda la campaña: es lo que identificará a tu marca, empresa o producto en holandés. Recuerda que lo que funciona en español puede no funcionar en holandés.

Durante todo el proyecto de traducción, piensa siempre a qué tipos de usuarios holandeses va dirigida la campaña. Ábrete a nuevas ideas para que tu mensaje no se pierda en la traducción.

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Breve historia del holandés

El holandés o neerlandés tiene su origen en el dialecto franconio del bajo alemán. En el siglo XII pasó a ser el idioma literario del neerlandés medio.

Desde el siglo XVII el nuevo neerlandés se convirtió en una lengua totalmente independiente, y en Sudáfrica derivó en una lengua dialectal llamada Afrikaans (también conocida como “holandés del Cabo”).

El holandés o neerlandés es una lengua germánica occidental con unos 28 millones de hablantes (en 2012), principalmente en los Países Bajos y Bélgica. Existen pequeñas comunidades de habla holandesa en el norte de Francia, alrededor de Dunkerque. El holandés también se habla en Aruba, las Antillas Holandesas, Surinam y en Indonesia.

La forma oficial o estándar del neerlandés se conoce como Algemeen Beschaafd Nederlands (ABN), 'Neerlandés General Civilizado'. Se enseña en las escuelas y es utilizado por las autoridades de los Países Bajos, Flandes (Bélgica), Surinam y las Antillas Neerlandesas. Una asociación conocida como Taalunie (Unión de Lenguas), que fue creada por los gobiernos de los Países Bajos y de Flandes, regula la ortografía y la ortografía de la ABN. Los nombres alternativos para la ABN son Algemeen Nederlands (AN), Holandés General, y Standaardnederlands, Holandés Estándar.

Los dialectos holandeses que se hablan en Bélgica se conocen como flamenco (Vlaams). Se diferencian en cierta medida del holandés hablado en los Países Bajos por la entonación y pronunciación, y hay pequeñas diferencias en el vocabulario, incluyendo palabras prestadas del francés y del inglés que no se encuentran en el holandés estándar.

El idioma holandés evolucionó a partir del dialecto Bajo Franconio (Niederfränkisch) del bajo alemán. El primer ejemplo conocido de escritura del Viejo Franconio aparece en un manuscrito latino del siglo IX, las Leyes de los Francos Sálicos, y en las traducciones de los Salmos. Sobrevive alguna poesía escrita en neerlandés medio que data de los siglos XII y XIII. La traducción holandesa de la Biblia, el Staten-Bijbel, de 1619-1637, fue una de las primeras obras importantes del holandés moderno.